3 de julio de 2010

CONOCERNOS A NOSOTROS MISMOS PARA ENRIQUECER A OTROS

De parte de nuestro amigo Obed González Moreno un interesante documento que podríamos leer con atención. 

POR ESTO HAY QUE SEGUIR PELEANDO. 

CONOCERNOS A NOSOTROS MISMOS PARA ENRIQUECER A OTROS

Por Obed González Moreno

El objetivo del siguiente escrito es permitir concienciar la posibilidad de adoptar métodos de la personalidad que depende del conocimiento de nosotros mismos para comprender lo otro y enriquecer a otros.

Los individuos no somos todos iguales, lo que conviene a uno no siempre conviene a otro.

Leopoldo González

Para un niño con alta capacidad intelectual dependiendo el terreno donde nazca puede ser un navío fulgurante hacia territorios desconocidos donde pueda crear y crecer o una húmeda y oscura prisión que lo trunque o fragmente. En ocasiones pensamos que los niños genios nacen en las élites intelectuales y económicas, esto es una falacia. Lo que sucede es que en estos medios donde se desarrolla el infante se brindan oportunidades de difusión y un cierto de logro por parte de la misma comunidad donde el niño pertenece, los padres siempre presumimos de lo que nuestros hijos son capaces de realizar y más si tienen un talento precoz. Pero también niños con gran capacidad intelectual nacen en lugares recónditos donde la cultura y la tecnología son un sueño borroso y la ignorancia y la sobrevivencia son compañeros cotidianos. Quienes nacen en estos inhóspitos tópicos padecen de una incomprensión que a veces sirve para crear una reafirmación de su núcleo de identidad personal o lo contrario, una fragmentación total de ella.

Un niño con alta capacidad intelectual analiza y cuestiona todo lo relacionado con su entorno y más aún, su interioridad. Intenta saber lo que siente e intuye que no es congruente con lo que piensa, son seres muy sensibles. Para algunos niños puede ser una ventaja el haber nacido en estos medios sociales porque al sentir y analizar cultivan y estimulan una parte muy importante de la inteligencia que es el solucionar problemas, en este caso un problema común: la supervivencia, la cual, percibo, estamos perdiendo muchos humanos. La gran desventaja es la incomprensión hacia estos menores, en las mismas familias en ocasiones se les excluye porque confunden su racionalidad de causas y efectos con debilidad. En la relación con los demás niños de su entorno sufren de abusos y descalificaciones provocando en ellos una incomprensión hacia sí mismos, donde creen que ellos son extraños, raros. Los maestros al ser cuestionados por los niños prefieren etiquetarlos como niños TDH –que deberíamos tener más cuidado nosotros los maestros con estas cuestiones que lastiman la integridad de nuestros alumnos- cuando el niño lo que sólo desea es saber un poco más sobre lo otro para comprenderse a sí mismo. Arthur Schopenhahuer escribió que cuando aparece un hombre de inteligencia sobresaliente todos los necios hacen causa común contra él. Esto, a veces es inconsciente pero muchas veces es consciente.

Sugiero la implementación de la experiencia estética en la educación porque desarrolla una parte fundamental de ella que es la de extraer y dirigir. Consultando el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española podemos leer que creación es sacar de Dios algo de la nada y hacer de alguien lo que antes no era. En esta acción existe una analogía con el maestro, porque también él extrae de donde antes no había nada para hacer de alguien lo que antes no era, estamos hablando de un concepto más cercano a lo humano, podríamos decir que la creación es aquella que emerge de la naturaleza por un lado y por otro de aquello espontáneo que se cría y se concibe a través de la imaginación del humano, aquello que sale de la nada.

Por la ausencia o ignorancia con relación a este concepto, estos niños, familiares y sociedades creen que poseen una incapacidad cuando es todo lo contrario. La estimulación de la inteligencia a través de las artes es un camino tanto positivo para el individuo como para los que se relacionan con él. Brindemos esta oportunidad a la educación porque donde estás tú, estoy yo, están ellos y ustedes… somos nosotros.